viernes, 22 de junio de 2012

PENITENCIARIA


Al señor Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal
Abogado Víctor Hortel
Su Despacho

Alarmado por el tratamiento que ha recibido por ciertos sectores de la prensa, sus iniciativas tan desopilantes, creo mi deber
salir en subsidio de su cruzada por ¿? (Ruego entienda, que no entiendo cual es su cruzada).

La Institución a la que intenta destruir, para formar otra, es un enorme recurso humano de gente de bien, que piensa, que se deben a las
personas de bien, lo que dicho de otra manera, creen haber hecho el esfuerzo intelectual y físico para reintegrar a la sociedad a los que delinquieron
entendiendo que dicha sociedad está conformada por personas que trabajan, estudian, crean una familia, contribuyen al crecimiento nacional, obedecen
las leyes y valoran la vida y bienes de los demás.

Recuerdo en éste momento, que su cargo no es democrático,(no electo por el voto ¿vió?) porque de haberlo sido, no hubiera ganado elección
alguna, ya que la sociedad tiene un reclamo clamoroso por seguridad.

Que los Jueces hayan apartado de la sociedad a los delincuentes no es un dato menor. Debe Ud. tenerlo presente. Debe saber que los elementos antisociales, fueron depositados en el SPF para su guarda, custodia y tratamiento.

Como usted es nuevo en ésto de lidiar con delincuentes, veo la necesidad de hacer un poco de docencia, pues de otro modo está Ud. en ca-
mino del fracaso y eso será malo para todos, a saber: para la sociedad, en primer término, a mi institución en segundo y en tercer, a los propios internos a los que dice dedicarse.
Su situación es similar a la de un arquitecto que jamás se ensució los zapatos con argamasa o no conoce el olor y el color del cemento y ordena construir un edificio que posteriormente se derrumba. No sería tan grave si no provocara víctimas o pagara de su bolsillo los daños.

Pero advierto que está provocando un daño que no va a pagar de su bolsillo y que su construcción va camino a derrumbarse y con víctimas.

La fuerza penitenciaria, jamás salió a la calle para reprimir a los trabajadores, como la Gendarmería en éstos días ¿vió?

La fuerza penitenciaria siempre tuvo que lidiar con los aciertos y errores que la política nacional produjo.

La fuerza penitenciaria nunca "usó" a los presos para hacer política salvo en tiempos del sr. Petinatto y así le fue.

La fuerza penitenciaria tuvo que tener presos a presidentes de la Nación, a ministros, a banqueros, a jueces, a médicos y a una infinidad de abogados como Ud., amén de toda una marea de delincuentes variopintos. Y sin embargo sobrevivió con dignidad a las políticas que no trazó.

No "use" a los presos para su campaña personal, porque tarde o temprano esos elementos serán los mismos que lo mandarán a Ud preso o
lo harán víctima de algún delito.

La tarea penitenciaria es la de tratar por todos los medios de influir sobre los delincuentes para atenuar o eliminar los factores antisociales que lo llevaron a delinquir. Tratar de moldear al individuo en el respeto por sus semejantes que no es otra cosa que el respeto por la Ley.

Desvirtuar éste, que también es su deber, es apartarse del cumplimiento del deber del funcionario público y que una vez típica tal conducta, yo mismo procederé a hacer la pertinente denuncia.

Su ideologizada interpretación de lo que es represión, hace que confunda por ignorancia quizás, que reprimir la conducta delictiva y perseguir al delincuente, es deber de todo ciudadano y sobre todo si es funcionario y mucho más aún, si viste un uniforme.-

Los presos no son un juguete. Son cosa seria y de trato privilegiado por estar indefensos y privados de libertad. Jugar con sus esperanzas es inhumano y por tanto delictual e imprescriptible.

La "inclusión" que Ud. declama, es una construcción ideológica sintonizada con la declamada por el color político al que pertenece y quizás sea entendible fuera de los muros de una prisión, ya que si se estuviera concretando, las cárceles estarían vacías. Pero las cárceles se siguen llenando.


Imágen: puerta de una unidad penitenciaria federal, donde se advierte en la mugre el aprecio por la "inclusión".

Quizás por mi propia ignorancia es que no advierto cómo pintando florcitas o murales propios de un jardín de infantes en los muros de una prisión, ha contribuido a que descienda la tasa de prisionización o la tasa de reincidencia. Todo parece un montaje cruel para el preso, para sus familiares y para la misma sociedad. (Por aquello de: la jaula aunque sea de oro...)

Quizás por mi ignorancia no entiendo cómo haciendo una "batucada" con internos, Ud. benefició al país, enorgulleció a los agentes penitenciarios o disminuyó la tasa de criminalidad.

Tomando su palabra "inclusión", yo entendería que hizo posible que el interno hubiera adquirido hábitos de trabajo, el respeto por la vida y propiedad de sus vecinos y asegurado que nunca volverá a cometer delitos.

Muéstreme un ejemplo, tan sólo le pido uno. Un egresado recientemente, que se haya reinsertado a la sociedad habiendo sido despojado de su conducta criminal por haber sido parte de una batucada, o porque su cárcel estaba pintada con dibujitos.

Cada robo futuro, cada homicido futuro, cada violación futura, cargará sobre sus espaldas, si Ud. no tuvo en cuenta la experiencia de cien años de penitenciarismo e hizo de la función penitenciaria un burladero.

Quiero verlo en el próximo motín, al frente de los penitenciarios y no escondido en su oficina. Sería bueno ver el cambio cultural tan meneado que ya se intentó en Cuba, Bolivia, Venezuela, Brasil o Paraguay con los resultados brutales de descontrol.-

Requeriré a mis camaradas, formar un banco de datos donde se intente un seguimiento periodístico de internos que hayan egresado y la probable reincidencia, para demostrar el éxito o el fracaso de su gestión, que por el momento tan sólo sirvió para humillar a la actual juventud penitenciaria.

Felicito su iniciativa de seguir perfeccionando intelectualmente a los Oficiales y Suboficiales en Universidades, aunque sea saludar con sombrero ajeno, ya que muchísima oficialidad ya pasó por casas de altos estudios mucho antes que Ud. usara los pantalones largos.

Sin embargo, le cuento que la Escuela Penitenciaria de la Nación, ha sido faro de luz para todos los servicios penitenciarios provinciales y para las naciones de América que nos enviaban sus becarios, que en sus respectivos países han sido notables oficiales y funcionarios.

El Servicio Penitenciario Federal Argentino, no hizo revoluciones ni se alzó contra el estado de derecho, siempre acató las ordenes del poder constituído, nunca atacó otras instituciones y mucho menos actuó en contra de la seguridad de los ciudadanos y siempre tuvo claro que su misión fue, es y será la reinserción social de los delincuentes privados de su libertad, habiendo empleado la medidas e influencias de las más modernas corrientes criminológicas que la ciencia nos brindó.

Usted, sin los penitenciarios, no significa dada. Usted con los penitenciarios, puede hacer mucho por el país. Está a tiempo, nunca es tarde para rectificar el rumbo y es de hombres de bien hacerlo si las razones son evidentes.

Saludo a Ud.

Alcaide Nelson David Cremades

Nota: usaré el (R) cuando los doctores usen (J) lo mío es un apostolado sin tiempo.

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