lunes, 4 de junio de 2012

CICCONE

Alerta | OBITUARIO Opine Ir a Urgente24 Falleció Héctor Ciccone Frente del taller que fundaron el fallecido Héctor y su hermano Nicolás Ciccone. CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En 1951 los hermanos Héctor y Nicolás Ciccone fundaron la empresa de impresión en la que comenzaron a trabajar con sus respectivas familias. Probablemente un gran problema de Ciccone fue la permanencia como empresa familiar, imposibilitada de conseguir una administración profesional. A Nicolás Ciccone se le atribuyó aquella frase: "Me mandaron a hablar con 'Nariga'. Me está matando", a fines de 2009 cuando en negociaciones con José María Núñez Carmona intentaba zafar de la crisis), Héctor era su socio. Silvia Ciccone, la hija de Nicolás, y su esposo, Pablo Amato, estuvieron muy vinculados en la administración de la empresa. Pero fue el yerno de Héctor Ciccone, Guillermo Reinwick, quien estuvo detrás de Nuñez Carmona y Cía. Su etapa de mayor crecimiento se produce a partir de 1978 cuando, gracias al vinculo con el almirante Carlos Alberto Lacoste, se adjudicó la impresión de las entradas para el Mundial Argentina 1978. Aquel contrato le significo la posibilidad de importar máquinas gráficas sin pagar aranceles (las Super Orloff y Super Simultan), en una época en que estos eran elevados. Más tarde y también a través de Lacoste, los Ciccone pudieron entrar en el Ministerio de Bienestar Social, del que dependía Lotería Nacional y adjudicarse la impresión de los billetes de esa casa de juegos. En los años sucesivos Ciccone continuo afianzando su relación con la Casa de la Moneda de la Nación. Pero un negocio tan vinculado a las relaciones políticas siempre corre enormes riesgos, y le ocurrió a los hermanos. En su tiempo fue la imprenta privada de documentos con medidas de seguridad más grande del país y la única con la tecnología necesaria para la fabricación de documentos como pasaportes, cheques, el D.N.I., billetes, chapas patentes, etc. Pero, a partir de 1983, con Raúl Alfonsín al frente del Ejecutivo nacional, la relación entre Ciccone y la Casa de la Moneda comenzó a deteriorarse. Desde 1989 en adelante, ya con Carlos Menem en el poder, y con Armando Gostanián como titular de la Casa de la Moneda, la relación pudo recuperarse, y Ciccone imprimió los Menemtruchos (billetes publicitarios usados en la campaña a la reelección de Menem en 1995). Sin embargo, en 1995 el todavía ministro de Economía, Domingo Cavallo, denunció públicamente que Ciccone era propiedad del empresario telepostal Alfredo Yabran, dichos de los cuales se desdijo años después. A fines de la década de 1990, el fracaso de un joint venture con el Gobierno chino, por el cual la firma argentina se encargaría de fabricar los documentos que los ciudadanos del país asiático necesitan para desplazarse de una provincia a otra, significó un revés financiero importante. En el interín, los Ciccone tuvieron que lidiar con varios escándalos por la impresión de diversos valores: desde los patacones hasta bonos de Tucumán y también moneda de Bahrein. Poco después, la crisis de 2001 fue difícil de sobrellevar. En 2005, Néstor Kirchner intervino para bloquear una asociación de Ciccone con la estadounidense Cogent. Se le atribuyó al entonces Presidente una carta al entonces gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, abundando en malos antecedentes de Ciccone. El final del contrato de confección de los pasaportes y luego el de los D.N.I., a fines de 2009, fueron definitivos para la compañía, y el 12/08/2010 el Juzgado en lo Comercial N° 8 decretó la quiebra de Ciccone. La AFIP, su principal acreedor, le reclamaba a la imprenta $ 239 millones. Hugo Alconada Mon resumió así las viscisitudes de los hermanos en esos días: "Pedimos nafta común, nos dijeron que no; pedimos nafta súper, nos dijeron que no; pedimos diésel, y también que no; pero cuando llegaron estos tipos, pidieron la Fangio XXI y les dijeron que sí y que podían pagarla después". Luego apareció en escena Boldt, más tarde Alejandro Paul Vandenbroele (presidente de The Old Fund) y Amado Boudou, etc. Pero todo eso ya era con los Ciccone fuera de la empresa.

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