lunes, 9 de enero de 2012

URUGUAY: UN CONTRAPASO NEGATIVO





Definitivo: Bandera del Reino Unido sí, de Falklands no.
Los buques procedentes de Malvinas/Falklands o hacia Malvinas/Falklands con bandera británica podrán ingresar a los muelles uruguayos, segun acordaron los gobiernos de José Mujica y David Cameron.



Con su decisión de prohibir el arribo a puertos uruguayos de buques con banderas de islas Falklands, José Mujica hizo de punta de lanza de la estrategia del gobierno argentino, para instalar en la agenda internacional su reclamo de soberanía sobre las Malvinas, en el 30 aniversario de la guerra del Malvinas.
Así, Uruguay es escenario del choque por la soberanía de las islas ubicadas en el Atlántico Sur ya que el país más pequeño en la región es el enclave para el aprovisionamiento por mar de las Malvinas/Falklands.
La Argentina presionó a Uruguay para que prohibiera el arribo de buques con bandera de Falklands (y luego para que lo hagan todos los miembros del Mercosur, tal como se resolvió en la Cumbre regional en Montevideo).
Lo resuelto ocasionó preocupación y malestar entre los empresarios vinculados a la pesca, puesto que varios barcos -fundamentalmente de capitales españoles- usan bandera de Malvinas para pescar en esa zona y dejarían de atracar en Uruguay debido a esto.
El Reino Unido negoció con Uruguay una alternativa que no aísle a las islas. Además, el gobierno de Mujica debió resolver el peligro cierto de pérdidas millonarias en el sector pesquero (básicamente buques de bandera española pero con licencias de pesca de Malvinas/Falklands) y del sector servicios (proveedores a los buques), y todo por sostener la reivindicación argentina, que sin embargo impone restricciones al comercio bilateral con Uruguay.
Eduardo Delgado explicó lo siguiente en el diario El País, de Montevideo: (clik en letras azules)
"(...) se generó un diferendo diplomático con Gran Bretaña, que incluyó un contacto telefónico entre los cancilleres de ambos países, William Hague y Luis Almagro, en que este último defendió la decisión tomada pero hizo hincapié en que los barcos con bandera británica pueden usar los puertos uruguayos.

Tras la conversación telefónica quedó implícito -y fuentes diplomáticas británicas y uruguayas así lo ratificaron a El País- que los barcos que usen pabellón de Malvinas podrán cambiarlo por el de Gran Bretaña (su bandera madre), con el que podrán atracar en puertos de Uruguay.
Entre buena parte de los empresarios del sector hay confianza que de esta manera se supere la situación y puedan seguir recalando en Montevideo pesqueros españoles, aunque coinciden en que aún es demasiado pronto para saberlo.
La inquietud de los empresarios fue informada al gobierno español, que la trasladó a las autoridades uruguayas y aguarda una solución que no afecte sus interés en la región.
Con el paso de los meses se conocerá si los gobiernos de Uruguay y Gran Bretaña se avienen a esto y, de ser así, qué actitud asumirá el gobierno de Cristina Fernández.
AISLAMIENTO. Consultado por El País, el analista argentino Rosendo Fraga, Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, dijo que en su país, "la doctrina militar dominante hace de la posesión de los recursos naturales la amenaza más relevante; en este marco se ubica el conflicto Malvinas, como lo han dicho públicamente tanto la presidenta como el Ministro de Defensa".
"A medida que se acerca el 30 aniversario de la guerra, la política argentina ha ido escalando, buscando aislar política y físicamente a la presencia británica en las islas y a su vez el gobierno conservador británico, se muestra firme, escalando también su política a medida que se acerca el aniversario", concluyó.
En declaraciones a la BBC, el primer ministro británico, David Cameron, descartó una negociación con Argentina respecto a la soberanía de Malvinas, afirmó que en su país deben estar "permanentemente vigilantes" de estas islas y tener "fuertes relaciones" con los países latinoamericanos.
En febrero, el príncipe británico Guillermo viajará a realizar entrenamientos como piloto de helicóptero de rescate en Malvinas, lo que se prevé tensará aún más relación de Inglaterra con Argentina.

Armonizar

Didier Opertti, canciller del segundo gobierno de Julio María Sanguinetti, dijo que se debe "armonizar el principio de solidaridad" con Argentina sobre Malvinas con normas del ámbito internacional, "como el derecho de cada país a recibir en sus puertos los buques de bandera extranjera o propios que necesitan servicios".
Señaló que "la nominación Malvinas produce cierta urticaria, porque es un territorio en disputa según Naciones Unidas" y "se hace difícil para un país vecino, tener una posición diferente a la que se viene adoptando, de reclamar que ese pabellón Malvinas no se ice cuando viene a Uruguay".
"Hay que actuar con realismo y negociar en términos tales que el Reino Unido decline el uso de pabellón secundario en puertos de nuestro país. Creo que eso nos aliviaría el tema y es la vía diplomática más adecuada", opinó Opertti. (...)".

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